La depresión es una de las enfermedades más extendidas del siglo XXI. Existen más de 350 millones de personas que la padecen en el mundo y es la segunda causa de discapacidad, después de las enfermedades cardiovasculares, según la OMS.
Debido a que tiene químicos, ayudan con la aparición de enfermedades del corazón e inflamación de acuerdo a estudios publicados por investigadores de Gran Bretaña, por lo que se debe tratar de evitar la comida chatarra (alitas de pollo, pizzas, hamburguesas, salchipapas, etc), el consumo de embutidos, chocolates que incluyan leche y postres con azúcar añadida.
La Universidad Navarra confirma que los alimentos ricos en grasas saturadas son una gran ayuda para tener conductas depresivas por las reacciones químicas que se producen en el cerebro y en exceso aumentan la producción de moléculas de citonina, que puede reducir la producción de serotonina (hormona de la felicidad), por esto es muy importante conocer qué tipo de grasas son saludables.
Como el pan blanco, arroz, la harina de trigo blanca, harina de maíz o pastas, aumentan las probabilidades de que te sientas deprimido, debido a que generan picos de azúcar en la sangre, ya que son azúcares de fácil asimilación. Estos cambios bruscos de azúcar generan cambios de humor y también depresión. El azúcar solo te da una sensación de felicidad o tranquilidad hasta el que el pico de azúcar baja después de 20 minutos de ingerir estos alimentos y cada vez te vuelves más propenso a deprimirte.
Si consumes más de 1 lt al día de gaseosas te deprimiras y si son light, Zero o dietéticas las posibilidades son aún mayores.
Puede ayudar a la aparición de depresiones, porque interfiere con los receptores del sistema nervioso de acuerdo a un estudio publicado en la revista Archives of General Psychiatry.
Provocan que el sistema nervioso se deprima, por ejemplo el aspartamo obstaculiza la obtención de dopamina y deserotonina y esta falta genera ataques de ansiedad y depresión.
Según la universidad de Navarra, La relación del consumo de grasas trans es directamente proporcional con episodios de depresión y los lácteos contienen una gran cantidad de esta.
Si se consumen en exceso, debido a que la cafeína y teína afectan el sistema nervioso por sus efectos estimulantes, pueden derivar en ansiedad, nerviosismo o insomnio, por lo que es mejor que reduzcas su consumo si tomas más de 3 tazas de 250 ml al día.
Ricas en grasas saturadas e hidrogenadas generan picos de azúcar en la sangre y como consecuencia pueden provocar ansiedad y cambios de humor.
Es la proteína del trigo y también está presente en el centeno y cebada. El gluten puede influir negativamente en el estado de ánimo y la salud del cerebro.
Como por ejemplo la espinaca, brócoli o acelga son ricos en ácido fólico y ayudan a producir serotonina y dopamina, que nos hacen sentir más felices
Ya que nivelan el azúcar en la sangre y estos alimentos son ricos en triptófano, un aminoácido que contribuye a que el cuerpo genere más serotonina que te hace sentir más feliz.
Como la chía y pescados azules como el salmón, sardina o atún.
Sus carbohidratos se transforman en glucosa en dos horas y aportan vitaminas del grupo B que son muy importantes para el sistema nervioso.
Sus antioxidantes hacen que tu cerebro produzca dopamina, que es muy importante para la coordinación, memoria y para tener un buen estado de ánimo.
Al consumir chocolate negro se bloquea la sensación de dolor y depresión, gracias a la anandamida que es un neurotransmisor producido en el cerebro que bloquea temporalmente estas sensaciones.
Gracias a su fibra soluble y carbohidratos, es considerada una fuente de energía gradual.
Es muy bueno en casos de estrés, debido a su sabor dulce y su cantidad de magnesio alivia la depresión. Lo puedes consumir como un snack de media mañana o tarde.
También es muy importante consumir alimentos 4 a 5 veces al día cada tres horas, aumentar la ingesta de frutas y verduras, cereales enteros, legumbres y realizar algún ejercicio.
Fuentes
http://www.rctss.com/blog/8-alimentos-que-te-deprimen/
https://www.enmipeso.es/2015/07/como-afecta-la-comida-a-nuestras-emociones/
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